La Fundación Santa María ha concluido la restauración integral del claustro de la Catedral de Albarracín. La actuación se ha desarrollado durante los últimos cuatro meses y ha consistido tanto en la mejora de la propia estructura como en la recuperación de los dos retablos que hay colocados en las paredes.
Los trabajos se han centrado en el saneamiento de los muros interiores, con la recuperación de su colorido original, similar al del yeso rojo del terreno en altos zócalos, molduras y arcos fajones. Antes estaba pintado en tonos grisáceos por lo que con la remodelación ha ganado luminosidad y se destaca el carácter sobrio de ese espacio catedralicio.
También se ha limpiado el patio interior, con el tratamiento de las estructuras de madera que posee, algo habitual en los edificios antiguos de Albarracín.
Además, se ha cambiado la iluminación, que ahora consiste en bombillas led situadas en las molduras, de forma que se le da un carácter monumental al espacio y a la vez se abaratan los costes de mantenimiento, como apunta Antonio Jiménez, que es el gerente de la Fundación Santa María, encargada de la recuperación y gestión de la Catedral de Albarracín.
En conjunto es un claustro cerrado, con fisonomía dieciochesca en los corredores, y con aspecto del siglo XVI en su patio interior, que fue rescatado, según indican desde la Fundación Santa María, con la intervención primera abordada con la Escuela Taller hace más de veinte años.
Cuenta con una planta rectangular con bóvedas con lunetos cubriendo los corredores, y de arista en los cuatro ángulos. Los ventanales apuntados cobijan hacia el interior una sucesión ordenada de óculos con alabastro bajo una significativa moldura de yeso. En el patio estos arcos, abiertos sobre un refuerzo de muro rematado con losa de rodeno, se suceden entre contrafuertes alternativos. En el suelo, se abrió un gran aljibe que recoge las aguas de lluvia de la catedral, y que debió alimentar de agua corriente al Palacio Episcopal.
Puertas y pinturas
El claustro está totalmente terminado, tan solo quedarían por restaurar algunas de las pinturas de las estaciones del Vía Crucis que rodean todas las paredes del claustro, que se abordarán durante los cursos de restauración. También se recuperarán durante la actividad formativa especializada en metales las chapas de las puertas que comunican tanto con la Catedral como con la calle.
El balance que hace Antonio Jiménez del proceso de restauración integral de la Catedral es muy positivo porque, como apuntó, «se están cumpliendo los plazos» para que el templo principal de la ciudad esté totalmente listo para inaugurarlo en el mes de septiembre.
Una de las acciones aún pendientes es retirar el andamiaje del retablo principal y sanear el acceso desde la plaza de la Seo. Por otra parte, falta por instalar la dotación mueble y terminar la iluminación y, en la medida de los posible, completar la instalación de la calefacción, aunque Antonio Jiménez señaló que aún no saben si podrán concluir la actuación por cuestiones de presupuesto.
Las restauradoras que hasta ahora estaban trabajando en el retablo mayor de la Catedral ahora están acometiendo la recuperación de dos retablos y dos tallas a tamaño natural procedentes del patrimonio religioso de Gea. Se trata de dos esculturas de gran calidad, realizadas en madera maciza y bien conservada que, sin embargo, presentan una gran suciedad y algunas lagunas.
Reunión del Patronato
Hoy por la mañana tendrá lugar una reunión del Patronato de la Fundación Santa María en Albarracín y el cometido principal será aprobar las cuentas correspondientes al pasado ejercicio 2015, que por primera vez desde 2010 arrojan un balance positivo.
La reunión estará presidida por el consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén.
Antonio Jiménez, gerente de la Fundación, hizo hincapié en que las buenas cifras obtenidas -con un superavit de 20.000 euros– se ha debido a los numerosos encargos de restauración y de organización de cursos y seminarios recibidos por la entidad, que han completado la venta de entradas en las visitas, los museos, la catedral o el castillo.
Jiménez comentó que desde el año 2010 había problemas para autofinanciarse y achacó la situación a la crisis, «que ha sido muy acusada». Así, concretó que al haber menos consumo el acceso a los museos se reducen y también las obras de restauración o la participación en los cursos, que son otras fuentes de ingresos.
No obstante, mostró cierta preocupación con respecto al desarrollo del presente ejercicio 2016 puesto que hasta el momento han recibido menos encargos para actuaciones de obras y restauración.