Sacos de trigo, cereal, telas y otros productos de primera necesidad. Gritos y mucho bullicio para lograr que compren en su puesto y no en el de al lado. La plaza Mayor de Albarracín se ha convertido en un gran mercado medieval lleno de atractivos tenderetes. Eso es la magia del cine. Tras el rodaje, ayer, en el cañón de Calomarde, el equipo –llevan ya trabajando varios días– se traslada hoy a Albarracín, donde comenzará la grabación de alguna de las escenas que formarán parte de la película The promise.